Es bueno ver que el mundo legislativo de los EE. UU. no se ha olvidado de anular, preferiblemente a través de una Enmienda Constitucional, la decisión de la Corte Suprema FEC v. Residents United, que otorgó a las corporaciones la protección de la libertad de expresión para donar todo lo que quisieran a nuestras campañas políticas, esencialmente socavando la voluntad del pueblo estadounidense.
Han pasado casi 13 años desde que se tomó esta decisión, y sería interesante saber si ha cambiado algo en el clima político y económico que pueda facilitar o dificultar las cosas para quienes apoyan dicha enmienda.
Los ricos ciertamente se han vuelto más ricos, y todos los demás luchan solo por mantenerse con vida, por lo que probablemente no sea un buen augurio. Tampoco el hecho de que tengamos una mayoría republicana en la Cámara que tiene un gran apetito por complacer a los súper ricos y por infligir crueldad al estadounidense común.
Aún así, es alentador ver a algunos congresistas progresistas avanzar en esto.